Ojos de lluvia
tormenta que destroza almas nobles,
alaridos de dolor saturan mi alma,
inquietud arrolladora, espíritu acongojado.
No hay salida para mi alma, que busca,
pero no encuentra la luz de la mañana.
Ventanas que se cierran, portazos que me aturden
Y no me dejan ver más allá de mis ojos.
¿Qué puedo hacer?
No hay salida, las puertas se cierran,
Las ventanas bajan sus persianas,
La luz se apaga y ¡yo! Muero,
aniquilado por la ingratitud
de quien tiene el poder en sus manos.
¿Qué puedo hacer?
Sólo ver pasar el tiempo, esperando,
y esperando por si hay algún cambio
en esta vida, acongojada liberada de sentido,
prisionera del olvido, amarrada
a un bloque de cemento, al pie de un precipicio.
¿Qué puedo hacer ante el olvido
de quienes tienen el poder en sus manos?
… Y nos cierran las puertas
dejándonos
expuestos al sin sentido
Chente Devesa 2013 ©