Caminos pedregosos,
luces y sombras,
andares sin rumbo,
nostalgia que empapa de recuerdos
mi alma.
Silencio compartido, oculto
bajo la bruma,
no puedo mirar atrás,
no, no debo, he de mirar adelante.
¡Pero...
mi alma se acongoja al ver dos caminos!
¿Cuál tomar?
uno me lleva por sendas inciertas,
el otro hacia una luz cegadora,
una luz que no me deja ver
más allá del resplandor
que filtra la bruma.
Agarra mi mano, dejaré que me lleves,
dirige tú mi camino
que andaré con sigilo.
Aunque sé que si lo hago
ya no podre desandar
lo que anduve contigo.
¿Será mi destino perderme
entre la soledad y el desvarío?
¡Si al menos fuese contigo!
© Vicente Devesa 2014.