¡Tú! mi talismán,
has devuelto la alegría a mi corazón,
alargas tu mano para rozar mi piel
y con el simple roce soñado,
mi piel se convierte en barro,
moldeas mi cuerpo con tus manos,
lo dejas extasiado.
Me haces sentir amado,
me acostumbre a ser de barro
y ahora temo ser secado
y que mi cuerpo se rompa
en mil pedazos.
Eres mi ángel amado,
con tus alas cobijas
este ser cobarde
que teme ser olvidado.
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