Meciéndote en mis sueños,
junto a mi cuerpo trémulo
peregrino del tiempo,
enciendes pasiones.
Mientras mis manos forman caricias,
tus labios juegan con la comisura de los míos.
Y mientras navegas entre los ríos serpenteantes de mis delirios de fuego,
yo deambulo por tu vientre,
buscando un lugar donde habiten mis espasmos.
Instantes de delirios
que acaban, incinerados y trémulos,
entre mis sábanas y una solitaria almohada.
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