Bajo la sombra del cielo me cobijo,
bajo el vivo, sembrando libertades,
recogiendo lamentos,
pero vivo.
No busco respuestas,
no pregunto,
tan solo vivo.
seguiré sembrando libertades
que los ríos de amor alimenten
y aunque la cosecha siga siendo
mi lamento y mi desconsuelo,
¡yo! seguiré vivo,
amando lo vivido,
ofreciendo amor
a los mas oscuros desvaríos.
Un día florecerán
los mas hermosos trigales
y entre ellos ese amor
que tanto cuido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario