Eres tú amada mía,
amada consentida,
quien desata ríos
de tinta en el cuaderno
que me acompaña,
eres ¡tu! la musa
que inspira mi diestra
y la mueve atolondrada,
tuyos son mis versos,
tuya es mi almohada,
en cuanto mi cabeza
en ella reposa,
mi mente da forma
a los sueños,
entonces ríos de tinta
esperan el amanecer
para dar forma a mis versos,
es entonces cuando
mis cuadernos
se van amontonando
en estantes,
repletos de versos dedicados
a ti, hermosa musa
que en mis sueños
me acompañas.
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